Historia

Septiembre de 2004, días previos a Rosh Hashaná 5765, el Rabino Tzví Grunblatt se presentó ante el juez a cargo de la inminente quiebra de la escuela Wolfsohn para que conceda 2 meses para tratar de armar una convocatoria de acreedores y hacer posible sacar adelante a esta escuela y comunidad.

Es increíble cómo se dio todo. Se veía la mano de D”s a cada paso y también hoy, doce años después, cuando la escuela cuenta con cerca de 450 alumnos y una dinámica y creciente comunidad, se sigue viendo esta mano de D”s paso a paso.

Preocupado por la creciente ola de alejamiento de la tradición judía y la Torá y su directa y escalofriante consecuencia: la asimilación, el Rabino pensó que urgentemente se debía hacer algo para la gran masa que sin ofrecer a sus hijos una educación religiosa, desea que sus hijos sigan fieles al pueblo judío. Entendió que debía crearse una escuela que no coercionara a los padres, que no genere malestar y discordia porque los padres no eran observantes, donde los niños reciban una educación donde aprendan a ser felices y orgullosos con su judaísmo, a comprometerse con él, a valorarlo, donde reciban las bases del judaísmo y su práctica, lo que nos sostuvo como pueblo 3000 años y es hoy más actual que nunca. Una escuela “potable” también para el hogar que se autodefine como “no-religioso” para que estos niños judíos también tengan su puerta de ingreso al judaísmo eterno y las Mitzvot del Sinai por amor y cariño.

Simultáneamente el Rabino propuso que esta escuela debía ser de primera calidad y excelencia educativa también en la cultura general para satisfacer las expectativas en la formación de los niños, de un padre inserto en el modernismo del siglo XXI.

Así comenzó el nuevo Wolfsohn, con un nuevo Rabino para la comunidad y profesionales de excelente nivel, compromiso y mucho amor, con los padres del Wolfsohn anterior que creyeron en Jabad y en el proyecto y dieron el voto de confianza, acompañando la nueva etapa y con la ayuda del Altísimo.

Gracias al trabajo del Dr. Eduardo Bercún y del Cdor. Ernesto Lerner pudo armarse la convocatoria en tiempo y forma.

Y es ahí donde increíblemente aparece Moshé Tabacinic, oriundo de Barranquilla y establecido en Miami, a quien una mañana el Rabino Grunblatt le relata telefónicamente el proyecto y le dice cuanto se necesita para levantar la convocatoria, cuanto para arreglar un poco la escuela y cuanto sería el déficit para operar el primer año. Era víspera del 19 de Kislev, Rosh Hashaná del Jasidismo. Esa misma noche, entrando al 19, el Rabino recibe el llamado de Moshé Tabacinic quien le pregunta; – “Si te dono 2/3 y te presto el tercio restante (sin intereses, por supuesto), ¿te arreglás? Sólo que quiero que le pongan a la escuela el nombre de mi padre Menajem Mendel Tabacinic A”H”

En la inauguración, abril de 2005, el Sr. Tabacinic dijo: “Lo hice por dos palabras: Lubavitcher Rebe! Él nos enseñó que cuando se trata de educación judía no hay que vacilar y mi experiencia me enseñó que el mejor dinero invertido es en Jabad. Por eso cuando me llamó el Rabino no vacilé”

Milagro del cielo! Se avanzó mucho, pero no alcanzaba para poder remodelar el jardín. La Familia de Chippy Meta y sus hijos Naty y Andrés, de inmediato accedieron a remodelar el jardín en recuerdo de su padre, el Sr. Alberto (Tito) Meta A”H.

En el ciclo lectivo 2016 se llevó a cabo la apertura del Nivel secundario. Wolfsohn sigue creciendo y con entusiasmo y satisfacción seguimos haciendo la escuela, todos, todos los días con la ayuda de Hashem y la bendición e inspiración del Rebe.

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