El Secundario Wolfsohn promueve en su proceso de enseñanza y aprendizaje, una evaluación de carácter formativo. La misma no se limita a la parte final de un período de aprendizaje, sino que se planifica desde el inicio de una unidad y tiene lugar con frecuencia a lo largo de la misma. Al elaborar las unidades de trabajo o proyectos, los profesores buscan que la evaluación sea coherente con los objetivos de la asignatura y se realice en un contexto que apunte a la simultaneidad del aprendizaje. Además, se busca que permita obtener información desde diversas perspectivas, utilizando una variedad de tareas en función de las características de las asignaturas y la naturaleza de lo que se está evaluando y que sea adecuada para la edad de los alumnos y que refleje su desarrollo en el marco de cada asignatura.
La evaluación tiene como foco principal el logro de la autonomía personal y académica de los estudiantes e implica procesos de evaluación propiamente dicha, autoevaluación y evaluación colaborativa o co-evaluación. La autoevaluación es el análisis que los alumnos hacen de su propio proceso de aprendizaje sobre la base de criterios preestablecidos. Estos se construyen en relación con los siguientes aspectos: a) normativa vigente a nivel jurisdiccional; la normativa que rige en nuestra institución educativa y los aspectos propios de cada disciplina. Los criterios expresan tipos y grados de logros, es decir, son referencias para los actores educativos y permiten guiar y valorar las acciones y las producciones. Siempre están previamente establecidos y comunicados.
La evaluación contribuirá a proporcionar una mirada integral sobre los procesos y resultados de aprendizaje de los alumnos y brindará información para la mejora continua de los procesos de enseñanza. El uso de los datos permitirá analizar la realidad particular de cada alumno y el diseño de estrategias de intervención que atiendan a los indicadores de mayor riesgo hasta minimizar su impacto.