Nuestra filosofía

Abrimos ventanas y puertas para que el mundo entre a las aulas y sea conocido, apreciado, interpretado y representado por los chicos. 

Las relaciones interpersonales, el conocimiento de uno mismo, los múltiples lenguajes expresivos, los vínculos y los afectos son también contenidos permanentes  y de trabajo en las aulas.

Los aprendizajes que se construyen contemplan el juego, la complejidad y la interdisciplina en cada recorte que se elige.

Desde bebés los seres humanos necesitamos entornos amables para construir confianza y seguridad, cimientos para animarnos a salir a descubrir el mundo y conquistar nuevos aprendizajes.

Por eso cada experiencia vincular, cada espacio pensado y cuidado, cada trayectoria que invitamos a recorrer, contempla la sensibilidad de nuestros pequeños alumnos, la necesidad de sentirse amados y reconocidos, el deseo de aprender y la potencia de hacer. 

Junto a ellos construimos un modo de hacer escuela que sostiene, que cuida, que incluye, que aprende y enseña.